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Vino y amor

El Todo y la Nada

Vino y amor

Los maestros poetas sufíes a menudo comparan el amor con el vino. El vino es la metáfora más adecuada para el amor pues ambos embriagan. Pero mientras el vino provoca el olvido de uno mismo, el amor conduce a la Realización del Ser.

La conducta del ebrio y del amante son similares, ya que ambos hacen caso omiso de las normas de conducta del mundo y ambos son indiferentes a la opinión de los demás. Pero hay una enorme diferencia entre el camino y la meta de los dos: uno conduce hacia la oscuridad subterránea y la negación; el otro le da alas al alma para su vuelo hacia la libertad.

La embriaguez del ebrio empieza con una copa de vino que exalta su espíritu y desata sus emociones y le brinda una nueva visión de la vida que promete un olvido de sus preocupaciones diarias. Pasa de una a dos copas, y luego a una botella; del compañerismo al aislamiento, del olvido a la inconsciencia –inconsciencia que es en realidad el Estado Original de Dios, pero, para el ebrio, no es más que un estupor vacío– y por último termina durmiendo en una cama o en una cuneta. Y despierta en un amanecer de futilidad, siendo objeto de repugnancia y ridículo para el mundo.

La embriaguez del amante comienza con una gota del amor de Dios que le hace olvidar el mundo. Cuanto más bebe, más se acerca a su Amado, y más indigno se siente del amor del Amado; y anhela sacrificar su propia vida a los pies del Amado. Tampoco él sabe si duerme en una cama o en una cuneta, y se convierte en objeto de ridículo para el mundo; pero reposa dichoso, y Dios, el Amado, cuida de su cuerpo, al que no pueden alcanzar las inclemencias ni las enfermedades.

Uno entre muchos de tales amantes, ve a Dios cara a cara. Su anhelo se vuelve infinito; es como un pez arrojado sobre la playa, saltando y retorciéndose para ganar de nuevo el océano. Ve a Dios en todas partes y en todo, pero no puede encontrar la puerta de la unión. El Vino que bebe se convierte en Fuego, donde él arde continuamente en dichosa agonía. Y el Fuego con el tiempo se convierte en el Océano de Consciencia Infinita en el cual él se ahoga.

El Amante y el Amado
Etapas del amor