Fui Rama, fui Krishna, fui Este, fui Aquel, y ahora soy Meher Baba. En esta forma de carne y hueso soy ese mismo Antiguo quien por sí solo es eternamente adorado e ignorado, por siempre recordado y olvidado.
Soy ese Antiguo cuyo pasado es venerado y recordado, cuyo presente es ignorado y olvidado y cuyo futuro (Advenimiento) es anticipado con gran fervor y anhelo.