Baba hizo circular este mensaje dirigido a quienes vivían en Meherabad, y también a otros dilectos devotos de India: "Tres tipos de Discípulos: Los que dan y nunca piden. Los que dan y también piden. Los que no dan, pero piden...."

"Este mundo es efímero, el alma es eterna, Aquel mundo es eterno, el alma es inmortal. Su movimiento es indestructible, su amor incomparable, ¡Oh peregrino, extiende tus pies por este sendero sagrado! Haz lo máximo para realizar la Eternidad, y entonces serás feliz en ambos mundos."

"Hay en la vida un objetivo primordial y supremo: servir personalmente a un Sadguru y entregarse a él por completo. El segundo objetivo es meditar constantemente sobre el nombre divino. El tercero es el servicio desinteresado, y el cuarto, la ofrenda de adoración (la plegaria). Servir a un Sadguru es como estudiar para una Maestría, meditar sobre el nombre divino es como estudiar para obtener una Licenciatura, prestar un servicio desinteresado es como diplomarse en el secundario, y rezar y ofrecer plegarias es como aprender el alfabeto. Una vez que somos licenciados, no nos cuesta mucho llegar a obtener la Maestría..."

"No escuchen la voz de la mente. Escuchen la voz del corazón. La mente vacila; el corazón no titubea. La mente teme; el corazón no se acobarda. La mente es la casa de las dudas, los razonamientos y las teorías. Cuando el corazón se purifica, se convierte en la morada del Dios Amado..."

"Soy como el océano que ven ante ustedes: siempre dispuesto a recibirlo todo, tanto lo bueno como lo malo. ¡Pongan a mis pies todos sus pensamientos y sentimientos, en fin, todo, y sean libres!"

Ivy O. Duce escribió a Baba: "Amado Maestro, ten compasión de nuestras 'mentes occidentales', pues nuestros cuerpos se nutrieron en Occidente [...] A los occidentales nos resulta difícil aspirar a experimentar lo que no se nos ha enseñado como una meta ideal..."

"El modo más fácil y breve de realizar a Dios es mediante el contacto con un Sadguru, lo cual significa estar en compañía con un Maestro, obedeciéndole y sirviéndole. Este medio se parece a un tren expreso especial que los lleva directamente hasta su destino..."

El 28 de agosto de 1939, por la mañana, durante las habituales conversaciones con los mandali, Baba empezó de repente a preguntar a cada uno en la habitación: "¿Dónde está Dios?... ¿Dónde está Dios?" Todos respondieron de manera espontánea. Jehangir Wankadia, erudito en filosofía oriental, dijo: “En todas partes.” Nilu se señaló el pecho y dijo: "¡En el corazón!" Vishnu dijo: "¡En el alma!" Uno expresó que era incapaz de dar la respuesta apropiada: "Esa es la pregunta eterna." Finalmente, Baba se lo preguntó a Donkin, quien replicó: "¡En Baba! ¡Baba es Dios!" Por un instante, todos quedaron atónitos. La respuesta de Donkin fue tan sencilla y natural. Entonces Baba deletreó la siguiente explicación...

"Hay que evitar apegarse a cualquier forma de meditación. En tal caso la meditación se convierte en un ritual..."

"¿De dónde? y ¿adónde? son los dos interrogantes eternos y punzantes que generan una inquietud divina en la mente del ser humano."