No he venido a fundar un culto, una sociedad o una organización; ni siquiera a fundar una religión nueva. La religión que daré enseña el conocimiento de la Unidad detrás de la multiplicidad.

El libro que haré leer a la gente es el del corazón, el cual contiene la clave del misterio de la vida. En cuanto al ritual, enseñaré a la humanidad a discernirlo, expresarlo y vivirlo, más que hablarlo superficialmente.

Llevaré a cabo una feliz combinación de la mente con el corazón.

Las sociedades y organizaciones nunca han logrado acercar la Verdad. Lo único que importa al individuo es la Realización de la Verdad.

Cada ser es un punto desde el cual puede partirse hacia el Océano Ilimitado del amor, de la dicha, del conocimiento y de la bondad que ya existen dentro de él. Ningún Maestro espiritual trae al mundo la religión en la forma en la cual ésta finalmente se desarrolla. La presencia misma del Maestro es una bendición e irradia espiritualidad. Él la imparte a los demás mediante contacto personal.

Las denominadas religiones son un esfuerzo para conmemorar esa asociación con un gran Maestro espiritual y para conservar su atmósfera y su influencia. Es como un departamento de arqueología que trata de conservar cosas que sólo resucitan el pasado. Al estar ausente el espíritu vivo, las religiones u organizaciones pierden poco a poco su esencialidad. El resultado es una rebelión mental contra el orden establecido. Se necesita algo más concreto y práctico que exprese la vida del espíritu.

— Bhau Kalchuri, Lord Meher V.