Nos arrepentimos, ¡Oh Dios! el más Compasivo por todos nuestros pecados, por cada pensamiento que haya sido falso, injusto o impuro, por cada palabra dicha que no debió ser pronunciada, por cada acción hecha que no debió ser realizada.
Nos arrepentimos por cada acción, palabra y pensamiento inspirados por el egoísmo, y por cada acción, palabra y pensamiento inspirados por el odio.
Nos arrepentimos muy especialmente por cada pensamiento lujurioso y por cada acción lujuriosa, por cada mentira, por toda hipocresía, por cada promesa hecha y no cumplida, y por toda injuria y habladuría.
También nos arrepentimos muy especialmente por cada acción que ha llevado a otros a la ruina, por cada palabra y acción que causó dolor a otros y por cada vez que deseamos dolor a otros.
En tu Gracia Ilimitada, te pedimos, ¡Oh Dios! que nos perdones por todos estos pecados que hemos cometido, y que nos perdones por fallar constantemente en pensar, hablar y actuar de acuerdo a Tu Voluntad.