Naval Talati, el esposo de Dina, estaba inquieto por ciertos asuntos familiares. Un día, Baba lo llevó aparte y le dió este consejo: “Sigue cumpliendo a conciencia tus obligaciones en el mundo, pero no te preocupes o inquietes por los resultados. ¡El Infinito está dentro de ti, y tú eres parte del Infinito!”
“Yo estoy en Kalemama, y también en Masaji. Masaji tiene ochenta años con toda su dentadura intacta. Kale tiene sesenta, y la faltan varios dientes. ¿Masaji debería estar contento porque tiene toda su dentadura a los ochenta años de edad, y Kale preocupado por haber perdido tantos dientes antes de cumplir sesenta años?”
“Nada cuenta o tiene sustancia en la ilusión. Es todo lo mismo, aquel que tiene dientes como aquel que no los tiene. Pero quien tenga dientes fuertes no debería extraérselos porque yo digo que eso no tiene valor, cantidad ni sustancia.”
“¡Es totalmente nada! No hay que afligirse por estar sano o enfermo. No hay que complacerse por lo que uno tiene, ni afligirse por lo que uno no tiene. Esto es verdad en todo aspecto.”
“¡No hay absolutamente nada, ni siquiera cero! Si no hay nada, entonces ¿cómo podrá haber decadencia y muerte? ¡Nadie muere y nadie vive!”