Cuando se pregunta ¿Qué es Dios?, la respuesta es: ¿Qué no es Dios?
[...] Baba continuó:
–Era tras era, desde tiempos inmemoriales, ustedes han estado tratando de encontrar a Dios, pero no lo logran. Solamente uno entre decenas de millones de personas realiza a Dios de una manera u otra. ¿Pero por qué son tantos los que sincera e incondicionalmente pugnan por encontrarlo y tan pocos lo encuentran? Si Dios existe, y Él ciertamente existe, ¿entonces por qué no lo podemos encontrar?
Baba contestó su propia pregunta:
–El hombre comete una tontería al tratar de encontrarlo. ¿Cómo podría alguien encontrar algo que nunca perdió? Dios eternamente es. Suspendan su búsqueda para encontrarlo, piérdanse a ustedes mismos y Lo realizarán.
Eso es lo que Baba nos enseñó. Realizamos a Dios tan pronto nos perdemos a nosotros mismos: no buscándolo sino disolviéndonos; no aseverando que somos buscadores de Dios, y categóricamente reafirmándonos a nosotros mismos, sino disolviéndonos en Su amor.
Piérdanse a ustedes mismos recordándolo más y más.
— Eruch Jessawala, Eso fue así, anécdota "Palacios en el cielo".