Baba envió a Chanji a Madrás para que le consiguiera un lugar adecuado para recluirse. Chanji regresó a Meherabad cuatro días después, y de inmediato Baba lo mandó a Poona para que efectuara cierto trabajo, después del cual tenía que volver el día siguiente. Cansado de sus viajes, Chanji informó que su trabajo en Poona no se había completado satisfactoriamente, y Baba lo llamó al orden. Chanji le dijo suplicando: –“¿Qué podría hacer yo? Soy incapaz para algunas cosas; tengo fallas, debilidades y faltas. Soy incapaz de contentarte. Tienes problemas por mi causa, y es mejor que te deje.”

Baba le dio esta explicación a Chanji para consolarlo:

 –“¡Deja de pensar en eso! Continúa a mi lado y haz lo que te ordene, prestando total atención al trabajo. No es necesario nada más. Los peores pecados se purifican consagrándose a un Maestro Perfecto. Puedes seguir teniendo malos pensamientos todo el día, pero quédate conmigo y sigue mis instrucciones. El horno de un Sadguru quema todo. Estás profundamente conectado conmigo. Por eso, deja que los malos pensamientos lleguen, pero quédate conmigo y escúchame. De nada sirve que te vayas; todos tus pensamientos se convertirán en ceniza en mi horno de amor.”

— Bhau Kalchuri, Lord Meher IV.