Más tarde, ese día 6 de febrero, Baba dictó la siguiente explicación acerca del Manonash:

Dios está en todas partes y lo hace todo.

Dios está dentro de nosotros y lo conoce todo.

Dios está fuera de nosotros y lo ve todo.

Dios está más allá de nosotros y ES todo.

Es una futilidad tratar de comprender con la mente lo que la mente jamás podrá comprender. Mayor futilidad aún es tratar de expresar con los sonidos del lenguaje y en forma de palabras el estado trascendental del Alma. Todo lo que puede decir, todo lo que han dicho y todo lo que dirán quienes viven y experimentan ese Estado es que, cuando se pierde al yo falso, se encuentra al Yo Real; que el nacimiento de lo Real sólo puede sobrevenir tras la muerte de lo falso; y que morir para nosotros mismos –la muerte verdadera que pone fin a todo morir– es el único camino hacia la Vida Perpetua.

Esto significa que cuando la mente con sus satélites –deseos, ansias y anhelos– es consumida completamente por el fuego del amor divino, entonces se manifiesta el Yo infinito, indestructible, indivisible y eterno.

Esto es Manonash, la aniquilación del “Yo” falso, limitado, miserable, ignorante y destructible que ha de ser reemplazado por el “Yo Real”, el Eterno Posesor de Conocimiento, Amor, Poder, Paz, Bienaventuranza y Gloria Infinitos en su existencia inmutable.

El Manonash está destinado a resultar en este glorioso estado en el que la pluralidad se va y la Unidad viene, la ignorancia se va y el Conocimiento viene, y las ataduras se van y la Libertad viene.

Todos estamos moramos permanentemente en este Océano sin orillas del Conocimiento Infinito, pero somos infinitamente ignorantes de él hasta que la mente –que es el origen de esta ignorancia– desaparece para siempre; ¡pues la ignorancia cesa de existir cuando la mente cesa de existir!

A menos (y hasta) que se elimine la ignorancia y se gane el Conocimiento –el Conocimiento por el que se experimenta y vive la Vida Divina– todo lo perteneciente a lo espiritual parece paradójico. Decimos que Dios, al que no vemos, es real, y que el mundo, al que vemos, es falso. Experimentalmente, lo que para nosotros existe, no existe realmente, y lo que para nosotros no existe, existe realmente.

Debemos desaparecer a fin de encontrarnos. De manera que perder es ganar.

Debemos morir para nosotros mismos a fin de vivir en Dios. Esta muerte significa Vida.

Debemos vaciarnos completamente por dentro a fin de que Dios nos posea por completo. De manera que completo vacío significa Plenitud absoluta.

Debemos desnudarnos de la personalidad desposeyéndonos de todo, para absorbernos en la infinitud de Dios. De manera que la nada significa el Todo.

— Bhau Kalchuri, Lord Meher X.